Quién diría
que de la gris penumbra,
del agónico suicidio,
podría nacer tan bello recuerdo,
tan cálido instante:
tu abrazo primero.
Paso los días
descubriéndote;
bordando palabras,
quemando silencios que aún quedan.
Tu voz indaga en mis sombras.
¿Preguntas quién soy?
Cenizas de fuegos extinguidos.
Huellas sin suelo.
Desencantos.
miércoles, 4 de diciembre de 2013
No habrá más noche
Aún todo es oscuro,
pero pronto amanecerá.
No habrá más noche.
No existirán los ecos aturdidores,
presentes,
en mi memoria.
No escucharé tu voz.
Y el silencio, esta vez,
no repetirá tus palabras dolientes.
Dormiré,
Mas, mi muerte,
será un instante,
un breve instante del cual,
renaceré con más fuerza
y más vida;
Para abrir mis ojos,
y contemplar
el nuevo amanecer
que me espera.
Mueren mis lunas
Mueren mis lunas,
recordándote.
Reviviéndote
en los recuerdos que aún quedan.
Llena tanto en mí
tu ausencia.
Llena tanto tu mirada
que ya no puede contemplarme.
Mueren mis lunas,
recordándote.
La gran ciudad muere también.
Las blancas estatuas,
los jardines,
los sonidos.
Los rostros sin identidad.
Todo muere.
Todo cambia.
Menos tus ojos oscuros
que alumbran,
como luces tenues,
cada cosa que espero y sueño.
Pero esto de revivirte
en los recuerdos
que aún quedan,
Es, al fin y al cabo,
Una mentira.
Una dulce
y sentida mentira.
Tal vez por eso,
me siento frágil.
Me siento triste.
Al saber
y al sentir
Que pese a los recuerdos que aún quedan,
no estás.
Y no estarás.
Francamente hipócritas (Ella y El)
Ella y él
aún siguen juntos.
Han atravesado
caminos difíciles.
Circunstancias dolorosas.
Traiciones mutuas.
Mentiras recíprocas.
Y engaños tiranos.
En una palabra:
han convivido
y han contendido.
No obstante,
en nombre del amor
acordaron
olvidar antiguos rencores.
Ambos fingen lograrlo.
Y fingen mal.
El dejo de amarla.
Ella dejo de amarlo.
Ninguno de los dos
se atreve a decirlo.
Reloj
Te espero
entre tus sábanas
y tus
silencios.
Y mientras me alejo,
un nuevo canto de sirenas
escucho en tu sombra.
Ausentes
De tu cigarrillo
emergen
signos,
señales
de humo.
En el aire.
En el tiempo.
En la nada.
Tus labios,
mudos,
no quieren
decir.
Mis ojos,
ciegos,
no quieren
ver.
Así estamos amor:
Ausentes.
Sin signos.
Sin señales
de amor.
En el aire.
En el tiempo.
En la nada.
Restauración
El amor que,
incipiente,
busca tu forma,
invoca mi forma.
Nos restaura.
Hacemos el amor
y sin notarlo,
lentamente,
el amor nos hace.
Y permite extenuarnos
en el goce efímero.
Perpetuándonos
Que no borre el tiempo
Dedicado a mi hija Camila Adabel
Que no
borre el tiempo
el dulce
recuerdo
de tu
mirada de sueño
asomándose
a la vida.
Tu primer
suspiro
arrullando
al aire,
El instante
eterno
de mis
labios besando tu rostro.
Que no
borre el tiempo
el sonido
de tu llanto y mi risa.
Mis
primeras palabras
Un te amo
rozando tus oídos.
La paz de
tu ser
entre mis
brazos.
Tu pequeño
rostro
Entre mis
pechos de luz.
Que no
borre el tiempo tu aroma.
Que no borre
el tiempo este tiempo
de tu
mirada de sueño
asomándose
a la vida
lunes, 2 de diciembre de 2013
Éramos tan niños...
Éramos tan
niños
En aquel
entonces
Bastaba una
palabra
Para
construir un mundo.
Supongo que
eso
Aún no ha
cambiado.
Vueltas y
ritmos de un poeta
Sublime
como Becquer
Marginal
como Bukowski
Y mucho mas
intrincado
Que esas
absurdas clasificaciones.
Vueltas.
Mas vueltas.
Otra novela
Del cuarto
de Mark Twain.
Pero de
pronto
No somos
niños,
Ni siquiera
palabras.
Inevitablemente
La cultura
nos separa.
La imagen
se desmorona.
Quedamos
solos y confusos.
Desabrigados.
Telón abierto
Sonrisas
adecuadas
Sin aura
Sin
autenticidad.
El
hipercielo es una contralamina
que finge
un sobre color.
Después de
todo,
Por el bien
de todos.
Una
contramáscara del teatro de la antifelicidad
Mi muerte
Muero. Algo en mí se encoge
Y se
dilata.
Soy pequeña.
Transformo en aire
mis suspiros
mis susurros.
Me encuentro sola,
Recostada en mi
lecho.
Mi vientre se
contrae.
Me duele mi vida y
mi cuerpo.
Cierro mis ojos.
Abrazo mis
rodillas.
Ya no tengo edad.
Soy inmensamente pequeña.
Mi tiempo
Se transforma en nada.
La nada que es aire.
El aire que es
mi susurro,
mi suspiro
de amor (a los hombres)
de resignación (a mis voces).
El silencio respeta mi muerte.
Abrazo mis rodillas.
Ya no tengo edad.
Ganas de amarnos
¿Qué
saben ellos?
Muchos
se juntan en rondas
Para
decir que nuestro amor es vulgar.
Otros,
dicen
que no es amor, solo ganas.
Yo
digo las mismas palabras,
Pero
en distinto orden:
Digo
que
ambos
tenemos ganas de amarnos.
Sin
embargo, a ellos,
Eso
parece no bastarles.
Lo
cierto es que,
Pocos
hombres han abierto mis piernas
O
escupido mi boca.
Con
tanta delicadeza.
Como
lo haz hecho tu.
Dicen
que nuestro amor es vulgar.
Pero
los que lo dicen
Poco
entienden del amor
Ni de
la distinción que tanto pregonan
Y
mucho menos
Nos
comprenden a nosotros,
Los
delicados vulgares.
Tu sombra
Arena de
relojes breves
Sin playas, ni desiertos.
Aquí, desde lejos,
tu ausencia es sombra
de todas mis ausencias.
Sin playas, ni desiertos.
Aquí, desde lejos,
tu ausencia es sombra
de todas mis ausencias.
Palabras que callo
He llorado
sin pausa
sin altares
y sin Dios.
He llegado
a lo más hondo
de mis
desesperaciones,
de mis
lamentos fortuitos,
de mis
desesperanzas.
Busco tu
mirada
en los
ventanales del mundo.
Y solo
encuentro cielos sin luz.
Me he
encontrado sola.
Sin vos.
Casi ajena
a mí misma.
Casi ajena
a nosotros
Y a esa
historia
breve y
fulgurante,
que
prácticamente.
Olvidamos o
suprimimos.
Pausa.
El silencio
cubre el mundo.
Todo lo
cubren
las
palabras que callo.
Tus
caricias
que añoro y
enumero
en tu
pálida ausencia
que es mi
costumbre hoy.
La
costumbre
de tantos
años mudos.
Pausa.
Busco tu
mirada
en los
ventanales del mundo.
Todo, todo
lo cubren
las
palabras que callo.
Poder que nadie vence
Cuando alguien,
encuentra un sentido y luego lo pierde;
o solo lo crea
encuentra un sentido y luego lo pierde;
o solo lo crea
y luego lo destruye;
o simplemente lo sueña
o simplemente lo sueña
y luego despierta;
alrededor no existe aquello
que creíamos
alrededor no existe aquello
que creíamos
nuestro universo.
Entonces uno piensa
Entonces uno piensa
en las posibilidades.
Evalúa
Evalúa
las posibles muertes.
Los comienzos
Los comienzos
parecen ser ficciones,
y las realidades
y las realidades
tan solo engaños.
Uno se siente
Uno se siente
ajeno a uno mismo,
pero con un poder
pero con un poder
que nadie vence.
Y si a pesar de esto,
de la sed insaciable
y el hambre constante
uno elige vivir...
Entonces la vida
se torna diferente
y se disfruta cada amanecer
de un modo distinto.
Y si a pesar de esto,
de la sed insaciable
y el hambre constante
uno elige vivir...
Entonces la vida
se torna diferente
y se disfruta cada amanecer
de un modo distinto.
Muertes cotidianas
He adquirido
un hábito particular.
La costumbre
nada gratificante,
de morir
momento
a momento.
Y cremar los restos
de mi fragilidad.
En aquellas pequeñas,
y a veces
imperceptibles
debilidades cotidianas.
Momento a momento
muero. /Desfallezco. /Expiro.
Luego río.
Pues conozco y sé
que detrás de cada muerte,
aguarda sin tregua
un renacimiento.
Azares
Me rodean
las mismas cotidianidades terrenales.
La nada y los nadies de siempre.
Se reduce el todo
en el hábito constante,
de buscar en azares,
un posible destino.
Largas horas
Minutos.
Horas de tedio.
Largas horas.
En mi cama
sábanas perversas
Esbozan tu contorno.
El silencio trae consigo
tu rostro maldito.
Tu nombre maldito.
Tus antiguas voces
con promesas y conjuros.
Hemos sido victimas
del desencanto.
Deambulando como miserables.
Removiendo nuestras sobras.
Hoy todo ha cambiado
en el universo y en nosotros.
El mundo ha muerto,
sin paraísos ni resurrecciones.
Pese a todo,
aún regresas a mí.
No en forma de hombre,
ni de espectro.
Sino corporizando los minutos.
Las horas de tedio.
Las largas horas.
Palabras
Cuando pronunciamos
palabras
yo no observo
su elocuencia.
Me importa,
puntualmente,
que sean francas.
Que sean nuestras.
Íntimamente nuestras.
Me importa reconocer
el lóbrego instante
que nos convierte
en héroes o en villanos,
Para ver mas allá
de los conceptos.
Y vivir, en definitiva,
Sin mayores
ni menores
artificios.
Comunicándonos
siendo libres.
Sin terminar
en la prisión
de las palabras
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